Norcoreanos expuestos a horribles abusos de derechos humanos en prisión preventiva: grupo de derechos


Los norcoreanos que se encuentran en prisión preventiva sufren abusos extremos de los derechos humanos por parte de las fuerzas del orden público corruptas, desde confinamiento en celdas sucias y abarrotadas hasta confesiones forzadas y agresiones sexuales, según un informe.

Human Rights Watch, la organización internacional no gubernamental, arrojó más luz sobre las condiciones de los derechos en el Norte con el informe titulado "Vale menos que un animal: abusos y violaciones del debido proceso en la prisión preventiva en Corea del Norte".

Encontró que la investigación y los procedimientos judiciales en el régimen de reclusión son tan "arbitrarios y opacos", y el soborno a los funcionarios se ha generalizado como una forma de evitar la detención o reducir los cargos.

El informe se basa en entrevistas realizadas con víctimas y testigos presenciales, incluidos 22 norcoreanos que fueron detenidos e interrogados en algún momento después de 2011, cuando el líder Kim Jong-un llegó al poder, y ocho ex funcionarios norcoreanos que huyeron de su país de origen.

"Las experiencias de los entrevistados y el resto de evidencias que se detallan a continuación, muestran que la tortura, la humillación, las confesiones forzadas, el hambre, las condiciones antihigiénicas y la necesidad de conexiones y sobornos para evitar el peor trato parecen ser características fundamentales", dijo.

"Los sobornos y las conexiones podrían persuadir a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para que ignoren o reduzcan los cargos, mejoren las condiciones y el trato mientras están detenidos, o incluso que el caso se desestime por completo".

Según los relatos, los detenidos eran obligados a permanecer sentados en una determinada postura, como arrodillados o con las piernas cruzadas y las manos sobre el regazo, hasta 16 horas al día, o eran torturados por no hacerlo.

Les dieron de 80 a 200 gramos de sopa hervida de maíz y verduras tres veces al día, y sus celdas, que apestaban a inodoros sucios, están tan abarrotadas de otros detenidos que tenían poco espacio para acostarse a dormir.

El informe también incluyó relatos de mujeres detenidas que fueron privadas de artículos de higiene y acosadas y agredidas sexualmente, incluida la violación. El informe pidió a Corea del Norte que emprenda reformas legales e institucionales para garantizar el debido proceso y juicios justos en sus sistemas de acuerdo con los estándares internacionales.

Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch, pidió al gobierno de Corea del Sur que "desempeñe un papel más activo" en el comité de derechos humanos de la ONU y copatrocine las resoluciones de la ONU sobre abusos de derechos humanos en Corea del Norte.

"Hay que reconocer que no se puede permitir que disminuya la presión internacional sobre Corea del Norte, si queremos llegar a algún lado en términos de progreso en derechos humanos", dijo durante una conferencia de prensa virtual sobre el informe.

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